Historia de Oporto
Oporto, la ciudad que ha dado nombre a Portugal, antiguamente Cale, era una pequeña aldea celta ubicada en la desembocadura del Duero a la que los romanos añadieron un puerto, puerto de Cale "Portus Cale", origen del topónimo Portugal.
La pequeña aldea fue ocupada por los romanos convirtiendo a Portus Cale en parada obligada en la ruta entre Braga y Lisboa.
En el año 456 fue tomada por el rey visigodo Teodorico II. Los visigodos gobernaron la ciudad hasta el año 716 en que fue conquistada por los árabes.
Los árabes permanecieron en Oporto hasta que fue reconquistada por el rey Alfonso I de Asturias. Tras la reconquista quedó casi abandonada hasta que, en el 880, el último rey asturiano Alfonso III el Magno la mando repoblar.
En 1096, el rey Alfonso VI de León casó a su hija Teresa con Enrique de Borgoña y les concedió un condado el "Condado Portulacense" con capital en Oporto.
La independencia del Reino de León
El artífice de la independencia del Condado Portulacense del reino de León fue Alfonso Enríquez, hijo de Teresa y Enrique de Borgoña, que en 1138 venció en la batalla de Ourique al ejército formado por musulmanes, leoneses y castellanos. Esta fecha es considerada la base de la independencia de Portugal.
Cinco años después, en 1143, el conde Alfonso Enríquez consiguió ser reconocido como rey de Portugal por el rey Alfonso VII de León, con el nombre de Alfonso I Enríquez, consolidándose la independencia de Portugal.
En 1383 la ciudad de Oporto apoyó el levantamiento del Gran Maestre de la Orden de Avis, el futuro rey Juan I de Portugal, contra los castellanos que asediaban Lisboa.
En 1387 Juan I de Portugal se casó con Felipa de Lancaster, nieta del rey Enrique III de Inglaterra, matrimonio del que surgió el Tratado de Windsor y con él la alianza militar en vigor más antigua del mundo entre Portugal e Inglaterra. En 1394 nació en Oporto Henrique "el Navegante", hijo de Juan I de Portugal.
Los Descubrimientos enriquecieron a Portugal que se convirtió en el centro europeo del comercio marítimo, y sus puertos, entre ellos el de Oporto, vivieron una época de fuerte dinamismo. En Oporto se desarrolló una gran actividad marítima y comercial que la puso a la cabeza de la industria portuguesa de construcción de buques.
Desde 1415 a los habitantes de Oporto "portuenses" también se les conoce como "tripeiros" debido al gran sacrificio que tuvieron que soportar durante la conquista de Ceuta por los portugueses.
Oporto español
Durante 60 años, desde 1580 hasta 1640, la historia de Oporto y de toda Portugal se vio unida a la de España para formar el imperio más grande jamás conocido.
En 1580 Oporto se puso de lado del Prior de Crato contra el rey Felipe II de España, que se disputaban el trono portugués. También apoyó la revuelta de Lisboa de 1640 que puso fin a la unión de los dos países.
La dominación española supuso un gran crecimiento urbano y administrativo para Oporto. Los dos países unidos eran la envidia del mundo. Fue una era de grandes producciones artísticas que culminaría en el llamado Siglo de Oro de Oporto, el XVIII.
En 1756 Oporto se convirtió en el centro de la insurrección contra el Marqués de Pombal que pretendía crear un monopolio británico con los vinos de Oporto.
Durante la invasión napoleónica, los españoles ocuparon Oporto en 1807. Dos años después, en 1809, fue recuperada por el general Soult para los franceses.
El siglo XVIII, época dorada de Oporto, la ciudad experimentó un cambio colosal, llenándose de bellos edificios de corte neoclásico y barroco. El motor de la pujanza económica se debió al desarrollo de la industria asociada a sus famosos vinos.
Oporto ciudad liberal y progresista
Su tradición de lucha por los derechos civiles ha dado a Oporto su fama de liberal y progresista. Durante el siglo XIX fue cuna de importantes poetas y escultores.
En el año 1820, Oporto es escenario de un levantamiento militar que acaba con la monarquía absoluta dando paso a una constitución liberal.
Oporto fue el bastión de Pedro IV de Portugal y I de Brasil, en las luchas entre liberales y absolutistas. De 1832 a 1833 la ciudad aguantó el asedio de los absolutistas.
Con la ayuda de España los absolutistas se rindieron. No obstante, la victoria liberal se fraguó a costa de numerosos sacrificios de los habitantes de Oporto, que heróicamente se batieron en defensa de la Carta Constitucional.
En 1890 se construyó el puerto de Leixoes que impulsó el crecimiento económico de Oporto y, a principios del siglo XX con la llegada de la República, la ciudad se transformó. Símbolo de esta época es la construcción de la Avenida de los Aliados.
Oporto a partir del siglo XX
En 1919, un intento de independencia de Lisboa llevado a cabo por Paiva Couceiros, convirtió a Oporto, provisionalmente, en capital del Norte de Portugal. La inmediata reacción republicana acabó con el levantamiento.
Durante la dictadura de Salazar, que perduró hasta la Revolución de los Claveles de 1974, se mejoraron mucho las infraestructuras, destacando en Oporto la construcción del puente de Arrábida en 1963.
En 2001 Oporto fue, junto a Rótterdam, capital cultural de Europa y, para tal evento, se construyó el llamativo auditorio "Casa da Música" en Boavista, símbolo de esta capitalidad.
Hoy Oporto, económicamente hablando, se está quedando a la zaga de Lisboa, aunque sigue manteniendo su fama de ciudad trabajadora, abierta y acogedora.